Solamente Cabes Tú
Hay un lugar donde solamente cabes tú.
En él solo tú lloras, solo tú enjugas las lágrimas, solo tú ríes
- por último o primero – y solamente tú conoces las razones.
Existe un lugar donde apenas hay sitio para tu corazón.
Allí cuestionas tus muchos o pocos amigos, sabes de quién
eres amigo de verdad y a quien, de hecho, amas sin restricciones.
Allí nadie puede engañarte a menos que tú mismo lo hagas.
Hay un lugar donde solamente caben tus recuerdos, tus nostalgias,
dulces o dolorosas, o tus sentimientos de pérdida, de vacío y de soledad.
Es ahí que, solitario, celebras tus alegrías y te sumerges en tus tristezas.
En ese lugar solamente tú sientes tus dolores, tus heridas y resentimientos,
tus perdones y tus rencores, tus gratitudes y tus desilusiones.
Allí se muestran tus más recónditos deseos, tus más profundas
necesidades, tus dudas referentes a lo que es mejor para ti.
Hay un lugar donde apenas es oído el sonido de tu silencio,
donde yacen tus palabras sofocadas, tus deseos reprimidos,
tus fracasos e inseguridades.
Allí, el pasado te parece ser el punto más seguro, el presente es un
montón de preguntas sin respuestas, y el futuro un horizonte
de amenazas para tus realizaciones.
A lo lejos escuchas voces de ángeles y demonios.
Es allí que te divides entre ellos.
Hay un lugar ÚNICO donde tú puedes descubrir
la Fuente de la Verdad, tan escondida entre los miedos
y barullos que traes del mundo de allá afuera.
En las próximas idas a ese lugar, abriéndolo con las llaves
que solamente tú posees, invoca a tu Dios Interior :
todo se aquietará, todo será Paz y, cuando menos lo esperes,
verás revelado el Propósito Divino para tu presencia en este Planeta.
Entrégate.
Ríndete al propósito que Dios creó solamente para ti.
… y sé feliz …
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