sábado, 7 de mayo de 2011

mama

Cuenta una antigua leyenda que un niño antes de nacer le dijo a Dios:
Me dicen que me vas a enviar a la tierra, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso que soy?
Dios le dijo:
"Entre muchos Ángeles escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará."

Pero dime Dios, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
Tú ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
Y ¿cómo entender, Dios lo que la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
Dios le contestó al niño, Tú ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.
Y ¿qué haré, Dios cuando quiera hablar contigo?
Tú ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar.
He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?
Tú ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.

Pero estaré siempre triste, porque no te veré más Dios.
Tú ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia aunque yo siempre estaré contigo.
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, ya se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente.
Dios mío, Dios mío, si me voy dime su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?
Dios le contestó:
Su nombre no importa..... Tú le dirás... Mamá.


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